abril 23, 2009

Provocando Cambios

Las contribuciones de las mujeres a la sociedad habían sido ignoradas en lo general por el sistema educativo de los Estados Unidos hasta 1970, por eso surgió el movimiento que busca el reconocimiento del papel de las mujeres en la historia. Uno de los logros es que durante el mes de marzo se realizan actividades en las escuelas y en las comunidades enfocadas en la difusión y valoración del papel histórico femenino.
Muchas veces las mujeres han seguido los pasos de los hombres, y le damos importancia a que éstas ocupen puestos antes reservados a los hombres. Obviamente, esto es necesario si queremos balancear la estructura del poder, pero también es conveniente que las mujeres encuentren su propio camino, su propia fuente de liderazgo.
No sólo porque reciben la misma educación o se les permite realizar las mismas actividades, las mujeres deben seguir los parámetros previamente establecidos. La cercanía con algunos temas y una sensibilidad particular son ventajas que las mujeres deben tomar para llevar adelante cambios en beneficio de la sociedad.
Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en la historia reciente de Estados Unidos, donde la iniciativa de una mujer logró cambios que hoy benefician al mundo entero.
Rachel Carson comenzó trabajando como escritora en la Secretaría de Pesca de los Estados Unidos. Para complementar su ingreso escribía artículos para revistas en los que trataba de comunicar la maravilla de los océanos. Más tarde se convirtió en una reconocida autora de libros sobre los mares. En 1962, Carson publicó un libro llamado Silent Spring (Primavera Silenciosa), en el que documentaba los peligros de los pesticidas y herbicidas, y que mostraba la presencia de químicos tóxicos en el agua y en la tierra, los cuales podían incluso llegar a estar presentes hasta en la leche materna. Carson hablaba de los peligros que representaba en particular el uso del agroquímico DDT para nosotros y la fauna.
La industria agroquímica rechazó abiertamente el libro e intentó desacreditarlo llamándolo histérico, adjetivo que atacaba claramente la condición de mujer de la autora. Sin embargo, la sociedad se alarmó. El presidente John F. Kennedy leyó el libro y creó un comité asesor sobre la materia en 1963, el cual respaldó los planteamientos de Carson. Para 1970 la Agencia de Protección del Medioambiente se estableció como una secretaría de gobierno, y en 1972 se prohibió el uso del DDT.
Rachel Carson a través de este libro y su defensa fue la chispa necesaria para el inicio del movimiento ecologista, y la causante indirecta de muchos cambios que hoy nos benefician a todos.
Sí, Rachel Carson fue a la universidad y estudió un Maestría en Biología, pudo trabajar fuera de casa en un ámbito dominado por los hombres y fue un autor publicado. Pero fue su especial sensibilidad, su capacidad de maravillarse ante la belleza de los océanos y su preocupación por la vida de las aves lo que llevó a la sociedad a inspirarse lo suficiente para tomar acciones específicas que ahora nos protegen.

Con un especial agradecimiento a Daniela Ruz, periodista y socióloga.

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