julio 31, 2009

Publicidad para un nuevo consumismo

Las organizaciones sin fines de lucro enfrentan un grave problema: no comprenden los mecanismos de la publicidad. Nicolas Kristof, columnista del New York Times, lo ejemplifica de maravilla: "Cualquier pasta de dientes es anunciada con mucha más sofisticación que el trabajo de las organizaciones que salvan vidas."
Varios factores contribuyen a la ineficiente labor de recaudación. Por un lado se encuentra la equívoca noción de que es malo gastar dinero destinado a "la causa" para la promoción de la misma y para recaudar más dinero. Esto ha tenido como consecuencia inflexibles regulaciones gubernamentales. Por otro lado, no hemos estudiado a profundidad los mecanismos sicológicos que llevan a la gente a donar dinero para las causas humanitarias.
Así, mientras somos bombardeados a diarios con anuncios de carros, desodorantes y refrescos, la labor de aquellos que luchan contra la pobreza mundial pasa desapercibida. Dan Pallota, uno de los líderes actuales sobre innovación para las organizaciones sin fines de lucro, nos dice que, de los 730 mil millones de dólares que representa el sector de la mercadotecnia, sólo mil 900 millones pertenecen al sector de la caridad.
No debemos sorprendernos entonces de las bajas tasas de recaudación. Somos manipulados para ser una sociedad de consumo, la publicidad nos convence de que necesitamos determinadas cosas para ser felices. Es necesario que aquellos que trabajan en el sector para la asistencia social promuevan la idea que nuestra felicidad depende de nuestra contribución al mundo.
¿Por qué resulta tan difícil que la gente done dinero? Estudios recientes han demostrado que si los problemas de la humanidad se presentan en toda su dimensión, nos cerramos a ellos, nos sentimos impotentes ante tal desafío. Ayuda ser específicos y destacar los logros. Entender que salvar una vida está al alcance de nuestro bolsillo.
Un estudio de la Universidad Estatal de San Francisco demostró que las experiencias nos proporcionan mayor satisfacción que los objetos. La felicidad que nos causa la adquisición de un nuevo objeto no es duradera, en cambio el dinero que se invierte en experiencias, ya sea una cena, un viaje o asistir a un concierto, se sigue disfrutando a través de la memoria. Pienso que aquellos en el sector de ayuda social deberían aprovechar este estudio, explotar el hecho de que es posible hacer de la caridad una experiencia. Como dice Gilovich, profesor de la universidad de Cornell, regalar es una experiencia en sí misma.
En Facebook, en Causas, es posible regalar objetos para la pared de tus amigos que simbolizan que se ha destinado dinero a una organización: por ejemplo vacunas para un niño, un año de agua pura para una persona en África y hasta una computadora del programa de Negroponte. Oxfam, la organización contra la pobreza mundial y la injusticia, tiene un interesante programa de regalos, en el que es posible enviar a comunidades pobres, en nombre de un amigo, una cabra, uniformes escolares, 50 árboles, etc. Tu amigo recibe una tarjeta por correo postal con una buena foto y una explicación.
Programas como estos deben ser publicitados con mayor ímpetu. Debemos dejar atrás la noción de que es malo gastar el dinero de éstas organizaciones en publicidad. Se necesita que toda una generación crezca con la conciencia de que ayudar a los demás nos hace felices.

julio 10, 2009

Ring, ring, al Congreso

Como ustedes ya habrán notado, me interesan mucho los desarrollos tecnológicos que permiten avanzar la democracia. Navegando por Internet me encontré con un programa de software llamado Yeas&Nays. Este pequeño programa se instala como un plugin en Firefox, navegador de Internet similar a Safari o Explorer que se descarga gratuitamente y que es conocido por su efectividad y versatilidad.
Al tener Yeas&Nays en Firefox, el cibernauta puede interactuar con el Congreso desde cualquier página web. Al activar el plugin es posible tomar notas de puntos a tratar y hablar a los teléfonos de los diputados desde el Internet. Esto facilita la relación entre los ciudadanos y sus representantes. También permite la interacción entre los mismos ciudadanos ya que es posible grabar las llamadas y tomar notas que después pueden ser escuchadas o leídas por otros usuarios de Yeas&Nays.
En el momento en que las personas leen información que les afecta, es más sencillo, gracias al plugin, el tomar acción. Las llamadas tienden por lo general a estar basadas en los datos que se encuentran en la página desde la cual se generan. Esto queda registrado en el archivo de Yeas&Nays, y gracias a ello otro usuario que quiera realizar llamadas al Congreso desde esa página puede verificar que otras acciones a suscitado dicha información.
Yeas&Nays es uno de los muchos plugins que se han generado a partir de ShiftSpace, software de código abierto en Firefox que permite a los usuarios establecer plataformas para modificar, comentar y editar la red. Esto se logra al abrir espacios sobrepuestos a las páginas que se visitan. Se crean luego mapas de navegación que conectan grupos de páginas con comentarios sobre un mismo tema. Los debates públicos que esta plataforma permite son basados en el contexto que los genera y nutre.
Sería interesante que en México desarrolláramos a partir de este código abierto formas de interacción entre los ciudadanos que buscan cambiar el panorama político.
Son muchas las demandas que el pueblo tiene y que quieren expresar al Congreso, y necesitamos organizarnos. Me pregunto cómo podemos llevar nuestras demandas al Congreso y ser escuchados. ¿Cómo podemos incitar a nuestros representantes a tomar acción?
En específico tengo tres temas a tratar:
¿Ayudaría a la democracia en México la instauración de la segunda vuelta electoral (balotaje)?
¿Deberíamos reducir el número de diputados en las cámaras?
¿Si uno de los pilares de la democracia es el derecho a postularse a cargos de elección popular por qué no se permiten las candidaturas independientes?
La pregunta al final del día es cómo vamos a ejercer nuestro poder político. Comencemos tomando las armas que el Internet pone a nuestro alcance.