La Moda Verde

La nueva moda es la moda "verde", las compañías enfocan su área de innovación en productos ecológicos. Apuntando hacia la demanda de bajo impacto ambiental está el desarrollo de
tarjetas de crédito biodegradables y bolsas de plástico programadas para desintegrarse.
Hay quienes argumentan que es necesario que cada individuo haga cambios más drásticos en su estilo de vida. La energía que se puede ahorrar y la contaminación que se evita al no tener coche es mayor que la suma de todos los ahorros pequeños que se pueden hacer dentro de una rutina diaria. Otros optan por el vegetarianismo o veganismo (dieta y estilo de vida que rechaza la utilización de productos animales). La organización de agricultura y alimento de las Naciones Unidas presentó un reporte en el cual se calcula que el sector ganadero es responsable del 18 por ciento de las emisiones de gases de invernadero producidas por los humanos. Al aumentar la demanda de carne, la necesidad de tierras para pastar y para producir el alimento contribuyen a la deforestación. Desgraciadamente es mucho más efectivo predicar la moderación: promover por ejemplo el uso de bicicletas y la creación de vías seguras para estas, en Washington DC recientemente se creó un sistema para compartir bicicletas que sustituye en muchas ocasiones el uso de taxis.
El gobierno se involucra creando incentivos para la generación y utilización de energía renovable. En Europa, los Países Bajos producen el 30% de su energía de forma eólica. Desgraciadamente los molinos de viento producen la mayor parte de la energía durante la noche y es entonces cuando hay menos demanda. No existe la estructura para almacenar tanta energía, por lo que ésta se pierde o se vende por centavos a Alemania. Por ello los Países Bajos han decidido eliminar los impuestos a los carros eléctricos, ahora los carros funcionan como almacenes de esa energía que normalmente tendría un retorno económico muy bajo.
Hay un cambio de mentalidad que ve la utilización de tecnologías para ahorrar energía como una inversión, gracias a los análisis de costo-inversión que respaldan las practicas ecológicamente sustentables cada vez son más populares. El reciclar es un claro ejemplo, no solo resultó económicamente viable sino rentable.
Vivimos en una economía monetaria y hasta ahora no se han implementado suficientes sistemas que regulen el impacto que tenemos en la naturaleza como individuos, empresas o gobierno. La inundación de Nueva Orleáns por parte del huracán Katrina es un claro ejemplo: los humedales o marismas de Louisiana han sido destruidos sistemáticamente, por ello no pudieron desacelerar la entrada del huracán. Sabíamos que la pérdida de los humedales vuelve más vulnerables a las ciudades cerca de las costas, pero solo el costo económico y de vidas humanas que provocó el huracán nos hizo entenderlo.
La moda "verde" es una moda que esperemos venga para quedarse. Desde los años 80 se viene predicando el respeto a la naturaleza, pero hasta ahora comprendimos que nosotros somos parte de esa naturaleza y que respetarla y protegerla es una cuestión de supervivencia.