abril 23, 2009

El Consumidor Americano

Las tiendas están vacías a pesar de las ofertas, los pocos clientes compran en los "racks" de descuento. El consumidor conspicuo americano parece haber desaparecido, en su lugar está el que compran solo aquello que es absolutamente necesario, el que come en restaurantes de comida rápida, utiliza vales de descuento y pospone el cambio de su automóvil para años mejores. La situación económica actual ha afectado a todos: no solo los desempleados o dueños de negocios en crisis se han ajustado el cinturón, aún a aquellos que tienen seguridad laboral y ahorros cambian sus hábitos. La mercadotecnia se ajusta a esta nueva mentalidad, ahora los anuncios destacan la fiabilidad, seguridad y duración de los productos y servicios. Contrastan esas descripciones con los anuncios de hace apenas meses en el que las marcas proclamaban su lujo y exclusividad.
Es normal que durante una crisis la inestabilidad lleve a las personas a ser más precavidas en sus gastos y es que a pesar de los paquetes de estímulo económico y de rescate a bancos y empresas, las malas noticias predominan. Los negocios deberán encontrar no solo mensajes que inciten a las personas a gastar, sino productos que les interesen: productos que representen una inversión, etc.
Idealmente aquellos que deben dinero y se encuentran en situaciones inestables continuarían cuidando sus gastos y aquellos que tienen ahorros o seguridad laboral gastarían. La economía de los Estados Unidos depende de su mercado interno y si los americanos que tienen dinero no lo están gastando, va a ser difícil que la economía se restablezca. Para poder imaginar el nivel de consumo del que estamos hablando comparemos que los estadounidenses gastan nueve billones al año contra un billón de los chinos.
Si queremos ver esto desde el punto de vista positivo podemos ver que este es un buen tiempo para cambiar al consumidor americano, para hacerlo más consiente de sus elecciones, de las oportunidades que tiene de elección y del poder que representa ser un consumidor. Este es el momento idóneo para los emprendedores y para los líderes sociales que deseen crear nuevos productos, nuevas campañas, nuevas experiencias. Si ahora el consumidor, aún aquel que tiene dinero, piensa en cada dólar que gasta, quizás es posible cambiar a este conspicuo consumidor americano en un agente económico más inteligente.
Es posible también que esta crisis resulte benéfica para el planeta, cada producto desechable que no se fabrica no termina en los basureros. Cada vez que alguien reutiliza un producto se ahorra energía. Un filtro y una botella de aluminio nos ayudan a ahorrar dinero y plástico. Después de todo... si el mundo entero viviera como los norteamericanos ya hubiéramos acabado con el planeta. Quizás esta crisis nos ayude a encontrar al nuevo consumidor global.

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