mayo 22, 2009

'Otro ayudará'

En una columna anterior les hablé de errores de juicio que cometemos debido a nuestra forma natural de razonar. En esta ocasión les hablaré de la forma en la que reaccionamos ante las emergencias de los otros. ¿Por qué en ocasiones pasamos de largo ante situaciones en las que claramente podemos ser de ayuda? ¿Por qué permitimos que se critique a una persona cuando nuestra intervención daría fin al ataque? Peor aún, ¿por qué permitimos los abusos de ciertos individuos hacia otros cuando podemos enfrentarlos y terminar con esa situación? Vemos un problema, consideramos una acción positiva y terminamos no haciendo nada. Algo nos detiene. El llamado "efecto espectador".
En 1964 Kitty Genovese's fue violada y asesinada por un asesino en serie una noche fuera de su departamento en Queens, Nueva York. 38 vecinos admitieron haber oído los gritos y tres vieron el ataque. Sin embargo nadie intervino. La sociedad americana estaba alterada. Los diarios se enfocaban en explicar lo que sucedió analizando las personalidades de aquellos que vieron el asesinato y no intervinieron, alegando que el vivir en un ambiente urbano los había deshumanizado. Pero un par de sicólogos decidieron buscar otra explicación, se preguntaban si la presencia de otras personas nos inhibe a intervenir en una emergencia. Después de varios experimentos los resultados eran claros, conforme aumenta el número de testigos de un hecho, menor es la probabilidad de que las personas ayuden. Esto se explica debido al efecto de difusión de responsabilidad: cada uno de los espectadores piensa que el otro va a actuar.
Otros experimentos muestran que hay una forma con la cual una víctima puede aumentar la probabilidad de ser socorrida. Lo mejor es señalar a una persona específica para que te ayude "¡Hey, tú! ¿Me puedes ayudar?" El hacer esto previene el que la otra persona piense "alguien más ayudará".
Es fácil criticar a aquellos que estando cerca de una emergencia no hicieron nada y señalar a aquellos que no actuaron cuando era obvio que alguien necesitaba de su ayuda. Sin embargo todos somos víctimas, la gran parte del tiempo, del llamado "efecto espectador". Conocer su existencia puede aumentar la probabilidad de que reconozcamos situaciones similares y logremos actuar. Por eso es importante que la historia de Genovese haya sido llevada al teatro, a la televisión y a la música popular.
Existen otras variantes que determinan nuestra tendencia a permanecer inmóviles ante una necesidad, lo que las une es que es posible analizarlas y nombrarlas. Al identificarlas sabemos entonces que están afectando nuestras reacciones y podemos entonces modificar nuestra conducta. Existen programas escolares que utilizan las enseñanzas del "efecto espectador" para evitar el acoso y maltrato de un grupo hacia un alumno. Seguiré compartiendo con ustedes los hallazgos de la psicología social la próxima semana.

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