septiembre 18, 2009

La Ciencia de la Felicidad

Fue en la década de los 90 que Martin Seligan se propuso estudiar cómo podemos ser más felices. Hasta ese momento la psicología se había avocado a ayudar a clasificar y resolver los problemas sicológicos de las personas. Para finales del siglo pasado fueron modeladas nuevas hipótesis y experimentos sobre los aspectos positivos de nuestra psiquis.
Así fue que nació la llamada Sicología Positiva. Rama de la sicología definida como el estudio de las virtudes y fortalezas que permiten a los individuos y a las comunidades triunfar. Sus campos de acción son las emociones positivas, las fortalezas individuales y las instituciones saludables. Es de esta forma que las preguntas que pertenecieron a los filósofos y a los eticistas son ahora también exploradas por la ciencia de la sicología.
De acuerdo a los científicos, podemos seguir recetas de comportamiento que nos ayuden a ser más felices. De seguirlas cambiarían nuestros patrones de pensamiento y formaríamos hábitos positivos que nos ayudasen a sobrellevar los momentos difíciles.
Las técnicas que han sido desarrolladas son el resultado de estudios científicos y muestran que es posible incrementar nuestra fortaleza emocional.
Dan Gilbert, autor de Stumbling on Happiness (Tropezarse con la Felicidad), nos dice que el nivel de felicidad que reportan las personas después de un año de haber ganado la lotería o de quedarse parapléjicos ¡es el mismo!
El doctor Gilbert distingue entre dos tipos de felicidad "la felicidad natural" aquella que sientes cuando obtienes lo que deseas y "la felicidad sintética" aquella que construyes cuando no obtienes lo que deseas. La capacidad de crear esta felicidad sintética y entender que no por ser creada es de una calidad inferior es la clave para sentirnos mejor.
El agradecimiento es otra arma poderosa para obtener la felicidad. Hacer una lista de 5 cosas por las que estamos agradecidos todos los días nos ayuda a enfocarnos en lo positivo. Listar cosas bellas o cosas que disfrutamos durante la semana aumenta nuestro sentimiento de bienestar y nos habitúa a percibir y concientizar la presencia de las cosas bellas y positivas a las que estamos expuestos en nuestro vivir.
El mundo haría bien en seguir el ejemplo de Bután, en donde se estableció el índice de la Felicidad Nacional Bruta en lugar del Producto Interno Bruto (PIB) como medida del bienestar de sus habitantes.
El índice tiene variables de salud mental que incluyen los celos, la compasión, la generosidad, la frustración, etc. Maneja variables de ecología que incluyen tanto la polución como el conocimiento de la fauna y flora; variables de salud que incluyen el número de meses que se amamanta a los bebés y el índice de masa corporal. También monitorean las variables de educación, cultura y el estándar de vida.
El uso del tiempo, otra variable, es de gran importancia para este índice, ya que el balance entre el número de horas de trabajo, entretenimiento y sueño es esencial para la felicidad. Se mide también la vitalidad de la comunidad y el desempeño del gobierno, incluyendo la percepción de la existencia de la corrupción. Gracias a ello las políticas que se implementan tienen como objetivo mejorar la vida de todos los individuos y sus comunidades.
Hacer de la felicidad un tema de discusión es de vital importancia. Es motivo de celebración que tanto una rama de la ciencia como un gobierno hayan decidido hacer de ello su objetivo.

1 comentario:

  1. Hola Margarita!! ¿Cómo estás? Me gusto mucho este blog. Iniciaré siendo agradecido diariamente y en una semanas te digo los resultados. Voy descubriendo tu blog. Estare pendiente!

    Saludos,

    Georgius Gotsis

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